Saturday, March 24, 2012

Primarias 2012: La democracia excluyente


A mí me encantaría poder votar en primarias. De verdad que sí. Contrario a lo que la mayoría de los políticos afirman, de que la primaria es la derrota del consenso --como dijera jactanciosamente hace unos días el candidato por el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau-- yo pienso que la primaria es una excelente oportunidad para involucrar a la ciudadanía en el proceso de escoger cuáles serán los candidatos en las elecciones generales. ¿Qué más democrático que el que todos puedan expresarse para tratar de que haya algo que valga la pena en la papeleta en noviembre en vez de que se lo impongan a uno? Pero hay una razón muy sencilla por la cual estoy excluido de ese proceso. La ley electoral en Puerto Rico dice que para poder votar en primarias, tengo que estar afiliado al partido que las está celebrando.

Yo me niego rotundamente a afiliarme a un partido por varias razones. La primera de ellas es sencillamente por cuestión de vergüenza. No puedo ser parte de organizaciones que le han causado tanto daño a Puerto Rico y que tratan tan livianamente asuntos que son medulares para el bienestar del país, como por ejemplo educación, salud, economía, transportación y por supuesto, el sempiterno problema del estatus. Ni hablar de que quienes dirigen esas estructuras tienen poco o nada bueno que ofrecer como funcionarios públicos en los cargos que ocupan o a los cuales aspiran. Son verdaderamente un cáncer en nuestra sociedad.

Pero otra razón de peso para no afiliarme a un partido es por protección. Tener que revelar a quién uno favorece en unas elecciones es algo que puede ser un riesgo en Puerto Rico. Hace tiempo dejé de ser lo suficientemente ingenuo como para creer que los empleos en el sector público (y a veces en el sector privado también) se los dan a las personas mejor cualificadas. Lamentablemente, en Puerto Rico necesitas una conexión --una pala, como decimos aquí-- para poder asegurar un empleo, y más si es uno que pague un salario que valga la pena. Sencillamente no es real que uno confíe en que las afiliaciones políticas que uno pueda tener no tendrán peso al momento de tomar una decisión en un sistema en que las cabezas de entidades públicas son designadas por el gobernador --que es a su vez presidente de su partido-- y que por lo tanto, tienen que comprometerse a ayudar a consolidar su poder. Es un tipo de discrimen del cual no se habla mucho en Puerto Rico, pero que está presente en el día a día. Sospecho que no se habla mucho de ello porque no hay partido que haya estado en el poder que pueda decir que no es culpable de esta práctica.

Por último, es injusto que en una consulta tan importante se imponga en cuál primaria uno puede votar. Yo no quisiera votar en la primaria de un solo partido. ¡Yo quiero votar en todas las primarias que se celebren! El permitir que los no afiliados puedan votar en primarias es una buena manera de tratar de sacar de carrera a aquellas personas que definitivamente no deberían estar en cargos electivos. Las personas que pertenecen al llamado "corazón del rollo" tienden a votar a ciegas, independientemente de si el candidato tiene algún mérito o no. (Por eso de ser justo, debo señalar que no todas las personas del corazón del rollo votan a ciegas. Pero si me dejo llevar por estas últimas primarias, tengo que concluir que muchos sí lo hacen.)

Un argumento que hacen aquellos que favorecen las primarias cerradas es que si se deja que cualquiera vote en primarias, un partido puede organizarse para darle el voto al candidato más flojo del otro partido para que sea éste el que prevalezca y sea más fácil de derrotar en las elecciones generales, cosa que no me sorprendería que se hiciera. Se dice, además, que los partidos son organizaciones privadas y que, por ende, son los miembros los que deben tener derecho a escoger sus candidatos para las elecciones generales. Esto también es cierto. Pero hay formas de hacer primarias que protejan al partido de las artimañas de sus opositores sin que se le niegue el derecho al voto al elector no afiliado. Claro, no le conviene a los partidos que esta conversación se dé entre la ciudadanía porque contribuiría a debilitar el sistema bipartidista que ha dominado el país durante varias décadas.

De alguna manera el sistema que tenemos llegará a su fin por el simple hecho de ser insostenible. Si lo que venga después es mejor o peor, no lo sé. Pero, parecen haber algunas buenas señales, aunque débiles todavía. Están surgiendo paulatinamente nuevos partidos que presentan otras opciones para los electores (habrá que ver si no se convierten en más de lo mismo), varias personas expresaron su molestia por no poder votar en las primarias por no estar afiliados y un artículo de elnuevodia.com de Benjamín Torres Gotay también reflexiona sobre la naturaleza excluyente de las primarias.

Lo más probable es que un cambio real en la manera en que se hace política tarde en llegar y tengamos que soportar más golpes bajos, garatas, descaros, pillaje, discursos homofóbicos, incompetencia y mentiras. Pero por lo menos, aunque seamos pocos todavía, hay gente hablando acerca de esto.

Sunday, March 18, 2012

Kony 2012, parte 2: El fenómeno en Puerto Rico


Puerto Rico no estuvo ajeno a la campaña Kony 2012 en las redes sociales. Como dije anteriormente en la primera parte de esta serie, me sorprendió cuánta gente estaba compartiendo el video en el news feed de Facebook. Por un momento pensé: Yo he puesto montones de enlaces sobre temas igual de serios y urgentes y nunca he visto esta reacción entre mis contactos en Facebook. Pero, si esto es cierto, pues, que para bien sea. Prefiero pensar que es una falacia eso de que los puertorriqueños son apáticos a este tipo de cosa.

De hecho, sigo pensando así. A pesar de que en estos días se detuvo a Jason Russell por conducta inapropiada en público, haciéndole un daño probablemente irreparable a su campaña y a su ONG, pienso que hay algunas cosas que se pueden sacar de todo esto.

Yo creo que aquello que nos pasamos repitiendo a lo loco, de que los puertorriqueños somos apáticos, es eso mismo: una falacia. Yo no creo que la gente realmente sea apática. Creo que está hastiada, harta y cansada, eso sí. Pero creo que parte de lo atractivo de la campaña y una de las razones por la cual tuvo tanta acogida era que a la vez que te dejaba saber sobre los crímenes que se estaban cometiendo por el LRA (desbalanceadamente, claro está), te daba un plan de acción claro que uno podía seguir para sentirse que se estaba haciendo algo. Y creo que eso es lo que a muchos les hace falta.

No vivimos en una sociedad que te dé opciones claras para promover cambio. En nuestro sistema político no existe un mecanismo que permita la revocación de mandato para no tener que esperar cuatro años para quitar funcionarios electos de sus cargos, por dar un ejemplo. A los partidos les gusta gobernar por mayoría absoluta en todas las ramas de gobierno y es por eso que se dan los procesos atropellados que se dan aquí, por que nada se lo impide. Ante un cuadro como ese, ¿qué opciones efectivas hay para lograr cambio? Ya no se puede depender de las opciones tradicionales. Hay que pasar más trabajo para lograr conseguir alternativas efectivas y creativas.

Eso fue lo genial, si se me permite esa palabra, del video de Kony 2012: tenía un plan claro y un mecanismo definido sobre cómo proceder e involucrar masivamente a los ciudadanos de todos los países para lograr un cambio trascendental. Si cómo lo hicieron fue lo apropiado o lo correcto, se puede debatir (personalmente, pienso que cometieron muchos errores). Pero lo que no se puede negar es que la estrategia de Invisible Children funcionó mejor de lo que nadie se esperaba.

Así que, no estoy de acuerdo con la gente que cínicamente tachó la supuesta "efímera solidaridad de los boricuas" como un acto pasajero de hipocresía. Yo pienso que había un interés genuino de ayudar en lo que se pudiera. Pero aquellos que les encanta generalizar ignoran dos cosas:

1. Es desesperante tener conocimiento de las atrocidades que se cometen en contra de la humanidad y sentirse impotente. El instinto natural de uno es de estirar la mano allende los mares para de alguna manera decretar el cese de todo mal y milagrosamente restaurar el bien a las gentes afectadas. Pero sabemos que el mundo no funciona así. Por lo tanto, como mecanismo de defensa, muchos sencillamente escogen no mantenerse al tanto de ese tipo de noticia. Es agobiante para la psiquis de muchos.

2. No se debe caer en la trampa de establecer una jerarquía de prioridades cuando se trata de ayuda humanitaria o social. Muchos andaban diciendo que si el puertorriqueño quería hacer algo, debía primero mirar su propia situación y atender de la misma forma los problemas que nos aquejan aquí, tales como la criminalidad, la violencia hacia las mujeres, la pobreza, etc. ¿Estas personas de veras creen que con un video similar al de Kony 2012 se solucionarían esos problemas? Lo único que harían sería movilizar gente para hacer un reclamo común, pero no aportaría nada concreto para solucionar esos problemas. Estos problemas requieren un esfuerzo sostenido en el día a día, en la mayoría de los casos en forma de acciones pequeñas que aisladamente no afectan el macro, pero que a largo plazo tendrían un efecto hondo y duradero. Pero si alguien siente que debe ayudar a las personas en otro país, no debe a esperar a solucionarlo todo en el suyo para poder hacerlo. Nunca habrá falta de cosas que arreglar aquí ni en ningún otro lado. Usualmente la gente que espera por el momento adecuado no terminan haciendo nada.

Sunday, March 11, 2012

Kony 2012, parte 1: Algunas observaciones


Primera de dos partes sobre el fenómeno de la campaña Kony 2012.

A estas alturas, me imagino que si está leyendo esto, ya usted sabe quién es Joseph Kony y qué es la organización Invisible Children, así que no me voy a molestar en presentarlos aquí, ya que son el tema del momento en el ciberespacio.

Tengo que decir que jamás he visto una campaña mediática tan bien ejecutada --me atrevería a decir magistralmente ejecutada-- como la de Kony 2012. Recuerdo aquel día cuando entré a mi cuenta en Facebook y el news feed estaba lleno de enlaces relacionados al video que comenzó la campaña Kony 2012. Eso de por sí encendió una alarma en mi mente. ¿Qué rayos era todo eso? Al enterarme de lo que se trataba, la alarma que se encendió en mi mente sonó más fuerte. ¿Por qué esta campaña en particular tuvo un éxito sin precedentes para hacer que la gente decidiera unir su voz para apoyarla? ¿Cuál era el secreto?

Ese día no me puse a ver el famoso video porque ya era tarde en la noche y mi intención era entrar un momento nada más a Facebook para ponerme al día con mis mensajes, así que lo dejé para otro día. Cuando lo vi por fin, entonces comencé a entender el por qué del éxito de la campaña y la reacción hacia ella que venía reflejándose en los blogs y las redes sociales.

Una de las críticas que más he visto relacionada al video, y con la cual estoy de acuerdo, es que el problema representado por Joseph Kony y su Lord's Resistance Army (LRA) es reducido a un problema de buenos versus malos, al estilo Star Wars o Lord of the Rings. Es ahí donde radica el éxito de la campaña Kony 2012. Le pide a las personas que vean el video a que se unan a apoyar la resolución de un conflicto que a simple vista --y según se muestra en el video-- parece libre de todo tipo de ambigüedades y contradicciones y que tiene un adversario claro a la cabeza.

Lo que voy a decir es puramente mi opinión, pero no creo estar tan lejos de la verdad. Esta estrategia ha resultado tan efectiva como lo ha sido porque últimamente, los problemas y conflictos que nos aquejan, son de todo menos claros y fáciles de entender. En nuestra época la manera de hacer guerra y organizar movimientos ha cambiado. Ya no son necesariamente los estados los que hacen guerra. Ahora pueden ser organizaciones militares o casi militares que pueden operar en distintos países simultáneamente o sencillamente un grupo reducido de personas que tenga la capacidad para meterse clandestinamente en los sistemas de información de las compañías multinacionales y gobiernos los que se enfrenten a los grandes poderes políticos y económicos del mundo. Ya no hacen falta líderes para organizar movimientos y planes de acción, como lo ha demostrado el movimiento Occupy. Por lo tanto, no es tan sencillo identificar a un individuo como el responsable de tal o cual problema o situación. Por eso el hecho de que se nos muestre a un adversario claro y que, independientemente de las creencias y opiniones que uno pueda tener, se esté de acuerdo en que esta persona hace mucho daño y debe ser detenida, es casi como si fuera un alivio. No se nos exige que pensemos en matices. Se nos presenta una situación en donde hay la certeza de que uno está del lado del "bien". Es fácil ver lo sumamente atractivo que esto puede ser.

Creo que es por esto que casi nadie se ha dado cuenta de lo perturbadora que es una de las escenas del video, en que Jason Russell, el narrador, está enseñándole a su hijo pequeño una foto de Kony y otra de su amigo Jacob. Russell le dice que Kony es el malo y Jacob el bueno, que es necesario detener a Kony porque hace muchas cosas malas. Ciertamente, Kony ha cometido muchas atrocidades y no en balde la Corte Penal Internacional lleva años tratando de capturarlo. Pero poner a este personaje en el imaginario de un niño como la encarnación del cuco, me parece que es ir muy lejos. Una cosa es enseñar la diferencia entre lo que es correcto y lo que no lo es; otra cosa es adoctrinar a un niño a que sea otro cazador más de brujas. De esos no hacen falta más.

Otra de las críticas que ha recibido el video es que pinta a Uganda como el estereotípico país tercermundista africano, ignorando por completo los esfuerzos que han logrado los habitantes de Uganda y demás países africanos en su lucha por mejorar su calidad de vida. Contrario a la noción popular de cómo son muchos países africanos, la realidad es que se están produciendo unos cambios impresionantes y alentadores (vea ejemplos aquí y aquí). La reportera ugandesa, Rosebell Kagumire, reacciona al video diciendo que la simplificación de la situación de Uganda que hizo Invisible Children es inaceptable:



Si algo bueno ha hecho el video de Invisible Children, es que ha hecho que finalmente la situación de un país africano sea tema de conversación en occidente. Cómo decidieron lograrlo es lo que es cuestionable. Habrá que esperar para ver qué sale de todo esto.