Saturday, April 7, 2012

Esperanza

Hace unos días vi algo que pensé que tardaría mucho que se viera en Puerto Rico. Ayudó para afirmar un poco mi fe en que todavía es posible una manera distinta de vivir en Puerto Rico.

Viajaba en la guagua pública hacia la estación de tren de Sagrado Corazón. Los pasajeros iban como sardinas enlatadas; a penas cabían más. Por suerte, cuando cogí la guagua habían asientos disponibles, así que pude sentarme durante el viaje.

Tenía una buena vista tanto del paisaje de afuera como de la gente que se montaba a la guagua. Al frente divisé a dos muchachos, tendrían como algunos 15 o 16 años, posiblemente menos, que viajaban de pie. Al parecer, habían acabado de salir de la escuela porque eran alrededor de las 2:30 y ya se comenzaban a ver muchos estudiantes viajando por transportación pública. Cuando de momento los miro durante una de las paradas de la guagua, veo que luego de que una señora acabara de montarse, el más alto de los dos hala por la mochila hacia él al otro muchacho para que no lo empujen mientras la señora trataba de abrirse paso en la guagua. El gesto tenía un no se qué que me pareció muy tierno como para que se diera entre personas que meramente fueran amigos, así que pensé que los muchachos hacían una pareja. Me llamó la atención esto y me dediqué a observarlos disimuladamente. Me dio curiosidad de ver cuán libremente estas personas jóvenes expresaban sus sentimientos en público, tan cómodos parecían.

Al bajarse de la guagua todos los pasajeros en la estación de tren, vi que iban agarrados de la mano, pero solamente los dedos, de manera que el que mirara de momento no pensara que la intención era un contacto de naturaleza romántica. Después de algunos pasos el más alto le puso el brazo encima de los hombros del más bajito y éste le puso su brazo alrededor de la cintura del otro. Aparentemente iban acompañados de dos o tres compañeros de clase adicionales, o por lo menos eran compañeros de la misma escuela que aparentemente los conocían. No escuché nunca ninguna burla de parte de ellos. Si la hicieron o no, no lo sé. Solamente digo que no la escuché, pero me pareció que no había intención de hacerla.

Luego en el tren, los dos se sentaron juntos en el último asiento del vagón, sospecho que con la intención de agarrarse mejor de manos. Pensé: Qué extraordinario ver a dos personas tan jóvenes del mismo sexo expresar sus sentimientos tan naturalmente en un lugar que muchas veces es hostil hacia esa manifestación del amor. Siempre he estado a favor del amor en todas sus manifestaciones. Sentí unas ganas fuertes de ir y hablar con ellos para darles las gracias y felicitarlos por ser tan valientes, pero preferí dejarlos quietos. Me bajé del tren en mi estación y me quedé un momento observando al tren irse a su próxima parada, dejando que el ruido del tren escondiera de otras personas el sonido de mi voz cuando dije en voz alta lo que probablemente ha sido una de las oraciones más sinceras y fervientes que he hecho en buen tiempo: Que Dios los cuide.*



*Yo me identifico como agnóstico, cosa que le extrañará y sorprenderá a algunos. No me considero miembro de ninguna religión y me inclino a pensar que las ideas que la mayoría de la gente tiene sobre Dios y lo sagrado están profunda y trágicamente equivocadas. Acerca de esto escribiré en otra ocasión, cuando tenga ideas un poco mejor definidas para un artículo. Esto será un poco difícil de hacer, porque como buen agnóstico, no he llegado a conclusiones y vivo en un permanente "yo no sé".

Sunday, April 1, 2012

IDEC 2012: Ya era tiempo


En estos días terminó la XX Conferencia Internacional sobre Educación Democrática (IDEC, por sus siglas en inglés) en Caguas. En esta conferencia participaron representantes de diversas organizaciones públicas, no gubernamentales y sin fines de lucro provenientes de más de veinte países y de todos los continentes. Nuestra Escuela, una organización sin fines de lucro con base comunitaria dedicada a educar a niños de familias de escasos recursos que han dejado la escuela tradicional desde el paradigma de la educación democrática, fue la entidad que gestionó que IDEC celebrara su vigésima conferencia en Puerto Rico.

La educación democrática es una visión de la educación en que las experiencias, conocimientos e intereses que el estudiante ya tiene son tomados en consideración al momento de la planificación de los planes de clases y los currículos; debe estar al alcance de todas y a todos sin importar su nivel económico; y sobre todo, guiar al estudiante en el proceso de definir unas metas personales y la creación de un plan para alcanzar esas metas.

La conferencia terminó con la creación de un documento en donde se declaran los principios, valores y acciones a tomar para lograr una reforma democrática en la educación en Puerto Rico, algo que hacía mucha falta que se hubiese hecho antes. Me complació mucho el leer que el día más importante de la conferencia era el día después que terminara, porque era el día en que se comenzaba a gestionar la educación democrática para todo Puerto Rico. Este tipo de ideas fácilmente podría quedarse como letra muerta en un lugar donde no hacen falta buenas propuestas para atender los problemas del país, pero que aun siendo buenas ideas, no se les presta atención, la mayoría de las veces por razones mezquinas. Así que me alegra mucho el ver que quienes gestionaron ese documento estén conscientes de este mal crónico de Puerto Rico.

Otro acierto de la declaración es el hincapié que hacen en la despartidización o despolitización de la educación en Puerto Rico, algo que he dicho anteriormente aquí. Los políticos no deben tocar para nada la educación de un país por la sencilla razón de que los cambios que impulsan nada tienen que ver con la realidad de las necesidades del sistema educativo, sino que responden a una visión ideológica que se busca imponer. Ejemplos de esto sobran tanto aquí como en otros países.

La declaración también incluye dentro de su visión transformadora para Puerto Rico la educación de la ciudadanía más allá de la escuela. Como se puede apreciar en la famosa encuesta que salió en estos días de El Nuevo Día sobre el plebiscito de estatus que se realizará en noviembre, tenemos una ciudadanía que no está bien educada sobre las opciones de estatus posibles para Puerto Rico (independientemente de que el plebiscito es un embeleco mal hecho, pero eso es otro tema sobre el cual escribiré en otra ocasión). Tampoco sabe cómo escoger (y exigir) un candidato que esté capacitado para hacer el trabajo que se le encomiende, prefiriendo votar por costumbre o según lo que se le dicte, ya sea por su partido de preferencia o por sus líderes religiosos.

Habrá que ver cómo se desarrolla la adopción de estos principios en los próximos años. Varias organizaciones locales la endosaron: universidades, organizaciones no gubernamentales, cooperativas, etc. Sinceramente espero que esto pueda servir de comienzo para una verdadera reforma en la educación de Puerto Rico y que finalmente se deje de enseñar cómo salir bien en los exámenes y se comience realmente a educar.

Saturday, March 24, 2012

Primarias 2012: La democracia excluyente


A mí me encantaría poder votar en primarias. De verdad que sí. Contrario a lo que la mayoría de los políticos afirman, de que la primaria es la derrota del consenso --como dijera jactanciosamente hace unos días el candidato por el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau-- yo pienso que la primaria es una excelente oportunidad para involucrar a la ciudadanía en el proceso de escoger cuáles serán los candidatos en las elecciones generales. ¿Qué más democrático que el que todos puedan expresarse para tratar de que haya algo que valga la pena en la papeleta en noviembre en vez de que se lo impongan a uno? Pero hay una razón muy sencilla por la cual estoy excluido de ese proceso. La ley electoral en Puerto Rico dice que para poder votar en primarias, tengo que estar afiliado al partido que las está celebrando.

Yo me niego rotundamente a afiliarme a un partido por varias razones. La primera de ellas es sencillamente por cuestión de vergüenza. No puedo ser parte de organizaciones que le han causado tanto daño a Puerto Rico y que tratan tan livianamente asuntos que son medulares para el bienestar del país, como por ejemplo educación, salud, economía, transportación y por supuesto, el sempiterno problema del estatus. Ni hablar de que quienes dirigen esas estructuras tienen poco o nada bueno que ofrecer como funcionarios públicos en los cargos que ocupan o a los cuales aspiran. Son verdaderamente un cáncer en nuestra sociedad.

Pero otra razón de peso para no afiliarme a un partido es por protección. Tener que revelar a quién uno favorece en unas elecciones es algo que puede ser un riesgo en Puerto Rico. Hace tiempo dejé de ser lo suficientemente ingenuo como para creer que los empleos en el sector público (y a veces en el sector privado también) se los dan a las personas mejor cualificadas. Lamentablemente, en Puerto Rico necesitas una conexión --una pala, como decimos aquí-- para poder asegurar un empleo, y más si es uno que pague un salario que valga la pena. Sencillamente no es real que uno confíe en que las afiliaciones políticas que uno pueda tener no tendrán peso al momento de tomar una decisión en un sistema en que las cabezas de entidades públicas son designadas por el gobernador --que es a su vez presidente de su partido-- y que por lo tanto, tienen que comprometerse a ayudar a consolidar su poder. Es un tipo de discrimen del cual no se habla mucho en Puerto Rico, pero que está presente en el día a día. Sospecho que no se habla mucho de ello porque no hay partido que haya estado en el poder que pueda decir que no es culpable de esta práctica.

Por último, es injusto que en una consulta tan importante se imponga en cuál primaria uno puede votar. Yo no quisiera votar en la primaria de un solo partido. ¡Yo quiero votar en todas las primarias que se celebren! El permitir que los no afiliados puedan votar en primarias es una buena manera de tratar de sacar de carrera a aquellas personas que definitivamente no deberían estar en cargos electivos. Las personas que pertenecen al llamado "corazón del rollo" tienden a votar a ciegas, independientemente de si el candidato tiene algún mérito o no. (Por eso de ser justo, debo señalar que no todas las personas del corazón del rollo votan a ciegas. Pero si me dejo llevar por estas últimas primarias, tengo que concluir que muchos sí lo hacen.)

Un argumento que hacen aquellos que favorecen las primarias cerradas es que si se deja que cualquiera vote en primarias, un partido puede organizarse para darle el voto al candidato más flojo del otro partido para que sea éste el que prevalezca y sea más fácil de derrotar en las elecciones generales, cosa que no me sorprendería que se hiciera. Se dice, además, que los partidos son organizaciones privadas y que, por ende, son los miembros los que deben tener derecho a escoger sus candidatos para las elecciones generales. Esto también es cierto. Pero hay formas de hacer primarias que protejan al partido de las artimañas de sus opositores sin que se le niegue el derecho al voto al elector no afiliado. Claro, no le conviene a los partidos que esta conversación se dé entre la ciudadanía porque contribuiría a debilitar el sistema bipartidista que ha dominado el país durante varias décadas.

De alguna manera el sistema que tenemos llegará a su fin por el simple hecho de ser insostenible. Si lo que venga después es mejor o peor, no lo sé. Pero, parecen haber algunas buenas señales, aunque débiles todavía. Están surgiendo paulatinamente nuevos partidos que presentan otras opciones para los electores (habrá que ver si no se convierten en más de lo mismo), varias personas expresaron su molestia por no poder votar en las primarias por no estar afiliados y un artículo de elnuevodia.com de Benjamín Torres Gotay también reflexiona sobre la naturaleza excluyente de las primarias.

Lo más probable es que un cambio real en la manera en que se hace política tarde en llegar y tengamos que soportar más golpes bajos, garatas, descaros, pillaje, discursos homofóbicos, incompetencia y mentiras. Pero por lo menos, aunque seamos pocos todavía, hay gente hablando acerca de esto.

Sunday, March 18, 2012

Kony 2012, parte 2: El fenómeno en Puerto Rico


Puerto Rico no estuvo ajeno a la campaña Kony 2012 en las redes sociales. Como dije anteriormente en la primera parte de esta serie, me sorprendió cuánta gente estaba compartiendo el video en el news feed de Facebook. Por un momento pensé: Yo he puesto montones de enlaces sobre temas igual de serios y urgentes y nunca he visto esta reacción entre mis contactos en Facebook. Pero, si esto es cierto, pues, que para bien sea. Prefiero pensar que es una falacia eso de que los puertorriqueños son apáticos a este tipo de cosa.

De hecho, sigo pensando así. A pesar de que en estos días se detuvo a Jason Russell por conducta inapropiada en público, haciéndole un daño probablemente irreparable a su campaña y a su ONG, pienso que hay algunas cosas que se pueden sacar de todo esto.

Yo creo que aquello que nos pasamos repitiendo a lo loco, de que los puertorriqueños somos apáticos, es eso mismo: una falacia. Yo no creo que la gente realmente sea apática. Creo que está hastiada, harta y cansada, eso sí. Pero creo que parte de lo atractivo de la campaña y una de las razones por la cual tuvo tanta acogida era que a la vez que te dejaba saber sobre los crímenes que se estaban cometiendo por el LRA (desbalanceadamente, claro está), te daba un plan de acción claro que uno podía seguir para sentirse que se estaba haciendo algo. Y creo que eso es lo que a muchos les hace falta.

No vivimos en una sociedad que te dé opciones claras para promover cambio. En nuestro sistema político no existe un mecanismo que permita la revocación de mandato para no tener que esperar cuatro años para quitar funcionarios electos de sus cargos, por dar un ejemplo. A los partidos les gusta gobernar por mayoría absoluta en todas las ramas de gobierno y es por eso que se dan los procesos atropellados que se dan aquí, por que nada se lo impide. Ante un cuadro como ese, ¿qué opciones efectivas hay para lograr cambio? Ya no se puede depender de las opciones tradicionales. Hay que pasar más trabajo para lograr conseguir alternativas efectivas y creativas.

Eso fue lo genial, si se me permite esa palabra, del video de Kony 2012: tenía un plan claro y un mecanismo definido sobre cómo proceder e involucrar masivamente a los ciudadanos de todos los países para lograr un cambio trascendental. Si cómo lo hicieron fue lo apropiado o lo correcto, se puede debatir (personalmente, pienso que cometieron muchos errores). Pero lo que no se puede negar es que la estrategia de Invisible Children funcionó mejor de lo que nadie se esperaba.

Así que, no estoy de acuerdo con la gente que cínicamente tachó la supuesta "efímera solidaridad de los boricuas" como un acto pasajero de hipocresía. Yo pienso que había un interés genuino de ayudar en lo que se pudiera. Pero aquellos que les encanta generalizar ignoran dos cosas:

1. Es desesperante tener conocimiento de las atrocidades que se cometen en contra de la humanidad y sentirse impotente. El instinto natural de uno es de estirar la mano allende los mares para de alguna manera decretar el cese de todo mal y milagrosamente restaurar el bien a las gentes afectadas. Pero sabemos que el mundo no funciona así. Por lo tanto, como mecanismo de defensa, muchos sencillamente escogen no mantenerse al tanto de ese tipo de noticia. Es agobiante para la psiquis de muchos.

2. No se debe caer en la trampa de establecer una jerarquía de prioridades cuando se trata de ayuda humanitaria o social. Muchos andaban diciendo que si el puertorriqueño quería hacer algo, debía primero mirar su propia situación y atender de la misma forma los problemas que nos aquejan aquí, tales como la criminalidad, la violencia hacia las mujeres, la pobreza, etc. ¿Estas personas de veras creen que con un video similar al de Kony 2012 se solucionarían esos problemas? Lo único que harían sería movilizar gente para hacer un reclamo común, pero no aportaría nada concreto para solucionar esos problemas. Estos problemas requieren un esfuerzo sostenido en el día a día, en la mayoría de los casos en forma de acciones pequeñas que aisladamente no afectan el macro, pero que a largo plazo tendrían un efecto hondo y duradero. Pero si alguien siente que debe ayudar a las personas en otro país, no debe a esperar a solucionarlo todo en el suyo para poder hacerlo. Nunca habrá falta de cosas que arreglar aquí ni en ningún otro lado. Usualmente la gente que espera por el momento adecuado no terminan haciendo nada.

Sunday, March 11, 2012

Kony 2012, parte 1: Algunas observaciones


Primera de dos partes sobre el fenómeno de la campaña Kony 2012.

A estas alturas, me imagino que si está leyendo esto, ya usted sabe quién es Joseph Kony y qué es la organización Invisible Children, así que no me voy a molestar en presentarlos aquí, ya que son el tema del momento en el ciberespacio.

Tengo que decir que jamás he visto una campaña mediática tan bien ejecutada --me atrevería a decir magistralmente ejecutada-- como la de Kony 2012. Recuerdo aquel día cuando entré a mi cuenta en Facebook y el news feed estaba lleno de enlaces relacionados al video que comenzó la campaña Kony 2012. Eso de por sí encendió una alarma en mi mente. ¿Qué rayos era todo eso? Al enterarme de lo que se trataba, la alarma que se encendió en mi mente sonó más fuerte. ¿Por qué esta campaña en particular tuvo un éxito sin precedentes para hacer que la gente decidiera unir su voz para apoyarla? ¿Cuál era el secreto?

Ese día no me puse a ver el famoso video porque ya era tarde en la noche y mi intención era entrar un momento nada más a Facebook para ponerme al día con mis mensajes, así que lo dejé para otro día. Cuando lo vi por fin, entonces comencé a entender el por qué del éxito de la campaña y la reacción hacia ella que venía reflejándose en los blogs y las redes sociales.

Una de las críticas que más he visto relacionada al video, y con la cual estoy de acuerdo, es que el problema representado por Joseph Kony y su Lord's Resistance Army (LRA) es reducido a un problema de buenos versus malos, al estilo Star Wars o Lord of the Rings. Es ahí donde radica el éxito de la campaña Kony 2012. Le pide a las personas que vean el video a que se unan a apoyar la resolución de un conflicto que a simple vista --y según se muestra en el video-- parece libre de todo tipo de ambigüedades y contradicciones y que tiene un adversario claro a la cabeza.

Lo que voy a decir es puramente mi opinión, pero no creo estar tan lejos de la verdad. Esta estrategia ha resultado tan efectiva como lo ha sido porque últimamente, los problemas y conflictos que nos aquejan, son de todo menos claros y fáciles de entender. En nuestra época la manera de hacer guerra y organizar movimientos ha cambiado. Ya no son necesariamente los estados los que hacen guerra. Ahora pueden ser organizaciones militares o casi militares que pueden operar en distintos países simultáneamente o sencillamente un grupo reducido de personas que tenga la capacidad para meterse clandestinamente en los sistemas de información de las compañías multinacionales y gobiernos los que se enfrenten a los grandes poderes políticos y económicos del mundo. Ya no hacen falta líderes para organizar movimientos y planes de acción, como lo ha demostrado el movimiento Occupy. Por lo tanto, no es tan sencillo identificar a un individuo como el responsable de tal o cual problema o situación. Por eso el hecho de que se nos muestre a un adversario claro y que, independientemente de las creencias y opiniones que uno pueda tener, se esté de acuerdo en que esta persona hace mucho daño y debe ser detenida, es casi como si fuera un alivio. No se nos exige que pensemos en matices. Se nos presenta una situación en donde hay la certeza de que uno está del lado del "bien". Es fácil ver lo sumamente atractivo que esto puede ser.

Creo que es por esto que casi nadie se ha dado cuenta de lo perturbadora que es una de las escenas del video, en que Jason Russell, el narrador, está enseñándole a su hijo pequeño una foto de Kony y otra de su amigo Jacob. Russell le dice que Kony es el malo y Jacob el bueno, que es necesario detener a Kony porque hace muchas cosas malas. Ciertamente, Kony ha cometido muchas atrocidades y no en balde la Corte Penal Internacional lleva años tratando de capturarlo. Pero poner a este personaje en el imaginario de un niño como la encarnación del cuco, me parece que es ir muy lejos. Una cosa es enseñar la diferencia entre lo que es correcto y lo que no lo es; otra cosa es adoctrinar a un niño a que sea otro cazador más de brujas. De esos no hacen falta más.

Otra de las críticas que ha recibido el video es que pinta a Uganda como el estereotípico país tercermundista africano, ignorando por completo los esfuerzos que han logrado los habitantes de Uganda y demás países africanos en su lucha por mejorar su calidad de vida. Contrario a la noción popular de cómo son muchos países africanos, la realidad es que se están produciendo unos cambios impresionantes y alentadores (vea ejemplos aquí y aquí). La reportera ugandesa, Rosebell Kagumire, reacciona al video diciendo que la simplificación de la situación de Uganda que hizo Invisible Children es inaceptable:



Si algo bueno ha hecho el video de Invisible Children, es que ha hecho que finalmente la situación de un país africano sea tema de conversación en occidente. Cómo decidieron lograrlo es lo que es cuestionable. Habrá que esperar para ver qué sale de todo esto.

Monday, January 23, 2012

Crónica de una toalla anunciada

"El hombre que puede decir ufanamente yo cumplo, es el único autorizado para decir sin sonrojarse yo exijo. Cuando llegue ese día, entonces comprenderemos sin timidez ni intransigencia que los hombres de gobierno no son nuestros amos sino nuestros servidores."

    Antonio S. Pedreira, de su libro Insularismo: Ensayos de interpretación puertorriqueña




Creo poder decir, sin temor a equivocarme, que no soy el único puertorriqueño que sintió unas ganas incontrolables de salir corriendo hacia aquella guarida de ladrones que ostenta el nombre oficial de El Capitolio, dar golpes en las puertas y gritar a los cuatro vientos la rabia que sentí cuando el representante José Luis Rivera Guerra salió prácticamente exonerado de las acusaciones en su contra que evaluaba la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes. Resulta que sólo le aplicarán una suspensión de dietas durante 10 días por entenderse que fue "negligente" (qué lindo suena eso) en sus gestiones para conseguir el permiso de uso para su casa en Aguadilla. Ah, y una reprimenda pública que creo que en inglés llamarían un slap on the wrist. Qué bien.

Supongo que sonará un poco fuerte a algunos referirme al Capitolio como una guarida de ladrones, precisamente el término que dice uno de los evangelios que utilizó Cristo cuando sacó a los que cambiaban monedas y a los vendedores de palomas del templo. Pero hay que comenzar a llamar las cosas por su nombre. Si usted recibe algo, en este caso unos servicios, sin pagar lo que corresponde, eso lo convierte a usted en un ladrón. Y todos los que justifican su conducta, la encubren o contribuyen con su poder a suavizar la penalidad que le corresponde son cómplices. Es así de sencillo. No era necesario esperar dos semanas para llegar a esa conclusión y por lo menos, expulsar a este individuo del partido al que pertenece y de la legislatura. Es lo menos que se debió haber hecho.

Claro, esto no me debe sorprender. En los últimos tres años hemos tenido en nuestra legislatura a personas que usan drogas, agreden a mujeres, violan la constitución, fueron convictos por corrupción y hasta un bailarín exótico aficionado que comete indiscreciones en posiciones "arangotadas" (y esta fue de las cosas menos malas que hizo este ejemplo en particular). Y por supuesto están los mentirosos y charlatanes de siempre que en nada les interesa servir a la gente que depositó en ellos su confianza. Así que no, no me sorprende.

Pero no deja de provocarme la ira.

A mí me llaman acreedores todos los días --y esto no es una exageración-- para preguntar cuándo voy a pagarles lo que les debo porque siempre estoy atrasado en los pagos. Tengo un grado universitario y un trabajo a tiempo completo que no es mucho lo que paga, pero afortunadamente, me da un plan médico. Hasta hace poco era la única persona de mi familia inmediata con un empleo y cargaba casi solo con el peso de pagar las cuentas de mi casa. Así que no soy ninguno de esos vagos que la gente por ahí anda diciendo que somos los puertorriqueños. Pero a mí no me tratan con los guantes de seda con que trataron a Rivera Guerra y si tratara de hacer algo como lo que él hizo, de seguro me meterían preso, o al menos me cobrarían una multa altísima para mí, además de obligarme a pagar lo que sea que deba. Es por eso que ver a la AEE y a la AAA cambiar tan drásticamente de posición es reminiscente de la novela 1984 de George Orwell, en donde la verdad era lo que sea que decretase Big Brother, aunque justo el día anterior fuese todo lo contrario. De repente, encontramos que esas agencias dicen que el todavía Honorable no cometió delito alguno, sin importar que cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que si Juan del Pueblo hace algo así, le aplican cuanta multa y penalidad se les ocurra. No puede faltar, por supuesto, una presidenta de la Cámara diciendo que la manera en que se ventiló el caso en los medios fue una injusticia contra el representante (bendito). Ahora se quiere hacer ver como que esto todo fue una fabricación sensacionalista de los medios y que se sacó todo de proporción.

Dice el Código de Ética de la Cámara que si un legislador comete un delito grave o un delito menos grave que implique depravación moral, se debe expulsar de la Cámara. Si el patrón delictivo que mostró Rivera Guerra no es muestra de depravación moral y el no pagar el CRIM no es delito grave por ser evasión contributiva, pues usted está leyendo mandarín ahora mismo. Y eso me trae a otro punto. ¿Dónde está la policía moral del país, aquella que es tan rápida para condenar a la comunidad homosexual? ¿No es este un buen momento para velar por los valores del pueblo que ellos tanto dicen defender? (Estos también guardaron silencio en el caso de Arango.) Y hablando de valores, ¿ahora no cuentan? ¿O es que cuentan para unos sí y otros no? Si soy legislador y PNP, ¿me aplican otros valores entonces? No entiendo. La verdad es que todo esto sería risible si no fuera tan doloroso.

Tengo que llegar a la conclusión que en efecto sí hay una crisis de valores, como se anda repitiendo por ahí como el papagayo. Pero no es por la conducta sexual ni por el reguetón ni nada por el estilo. Es precisamente por personas como José Luis Rivera Guerra, que se creen que pueden salirse con la suya y desgraciadamente, lo logran hacer porque se les permite. Es por ese pensar de que de alguna manera mi caso es excepcional, de que no se me debe aplicar las mismas reglas que a todo el mundo, que no pasará nada, que medio mundo lo hace. Es por esto que nuestro país está en crisis desde mucho antes de los despidos, la criminalidad y la economía mala. Esa misma forma de pensar la tuvo el que sea que haya disparado aquella noche en que Karla Michelle perdió la vida. Exactamente la misma.